martes, 14 de marzo de 2017

Se duerme otra vez

Que tal... los días no han terminado. Quiero que sea cuestión de mirar nuevamente una nube y que cada sueño regrese intacto. Pero no todos los sueños regresan, algunos cambian, a veces no veo nubes y puede ser que vea una nube y no suceda nada. Por eso me pongo a buscar nuevas fuentes de retorno. Que regresen las ganas. ¿Y si nunca hubo un sueño allí? Estoy seguro de que en algún momento se engendró algo así, que están por aquí o por allá, guardados u olvidados, pero existieron y pueden volver a ser. Y entonces, nos vamos a dormir.

lunes, 10 de octubre de 2016

Y así, una noche regresé

La noche se encuentra lluviosa, las gotas no paran de caer y los charcos que se forman en las concavidades del pavimento se hacen más profundos. Las goteras caen sobre el policarbonato, la vía se hace más difusa pero el camino es conocido. Las prostitutas siguen sobre el andén, esperando clientes, esperando a los hombres que persiguen el deseo y pagan por la carne. Hace frío y en la radio resuenan canciones que no dan calor. Cada vuelta de la biela me acerca a casa, y tal vez quisiera que esta noche el camino fuera un poco más largo.

lunes, 3 de noviembre de 2014

Donde

El sol sale temprano y el viento sopla.

Las historias de los hombres cautivan y se llevan a la imaginación hasta los confines.

El viento sopla y las hojas caen mientras florecen los prados.

El frío de las alturas se hace inmensamente profundo y se refleja en el mar.

Los prados florecen y se levantan los murmullos.

Los senderos aguardan en silencio y el color se hace mas vivo.

Los murmullos que se levantan, danzan con el agua cristalina y unos ojos atisban entre herbáceas.

En medio del lago hay una isla y en ella un árbol solitario ha cambiado sus hojas por fuego. Un lobo persigue a un conejo y sus jadeos rompen el silencio del camino, las praderas se agitan, el sol sigue subiendo, las historias nacen, las historias mueren y el conejo también. Algunas gotas de sangre se deslizan hasta el lago y se diluyen en el inmenso volumen de agua. La madera del árbol se torna roja y el fuego se apaga. Caen copos de nieve y las aves que volaban buscan refugio bajo las ramas de las copas. Si se escuchó algún trinar, este se detuvo prontamente. Del gran árbol en el lago crecen hojas que van desde el verde mas oscuro al amarillo pálido, naranja y rojo. Todos a sus madrigueras, todos buscando calor. La luna se asoma durante el día, en el profundo azul, grande y redonda. El lobo aúlla y dispone de su presa, los colmillos penetran la carne y la desgarran, los huesos se astillan. Se hace difuso, es un lugar lejos de aquí, eso lo se. No debo ir tan lejos o quedarme tan cerca, pero haré ambas, porque lejos y cerca es donde estoy.

Y en medio del lago el árbol crece todos los días.


miércoles, 23 de julio de 2014

Bajo el tapiz

Bajo el tapiz de la habitación guardaré las paredes con dibujos
Ocultaré los sueños que a rienda suelta no van
Que con cuidado pinté
Que no pueden ser

Dormiré en las noches mientras ellos viven bajo el pegamento
Cerraré los ojos y olvidaré
Mientras recuerdo que olvidar no es mi profesión
Que los dibujos vuelven a mi corazón

Al amanecer, cuando las estrellas se van
Y la luz invade mi habitación
Guardaré en silencio un sueño más
Esta vez bajo la almohada para volverlo a soñar

Pero este sueño sangra y muere
Este sueño está prohibido y encadenado
Y un sueño se convierte en pesadilla
Me persigue y no me deja concentrar

Yo me pongo de frente y espero el golpe
Abro los brazos
Escondo mis ojos bajo los párpados
Pero el tiempo se hace lento y el acontecimiento eterno

Me mudaré al barrio de las decepciones
Donde se publican las traiciones
Seré verdad con la boca llena de barro
Y mientras tanto buscaré una caricia

La caricia del vicio que me mata
El vicio que me traiciona
Mis segundos se contradicen
Daré un paso adelante mientras mi mente retrocede y vuelve bajo el viejo tapiz

miércoles, 21 de mayo de 2014

En el bosque

Un hombre. Un hombre que viaja y un niño cuando conoce la nieve. Las nubes y las formas, el amor y su aroma. Un viejo con su sabiduría, con el peso de los años, con el corazón remendado. Después de todo, un viejo.

El tiempo y todas sus edades se nos presentan cada día, nos sentimos tan variables; niños, jóvenes, viejos. A veces nos sentimos atemporales, y esta es la historia de ese ser, que sin tiempo y a veces con el, recorría el espacio, en silencio y escuchando, sin mucho hablar, sin mucho que decir. Sin saber de lo bueno o de lo malo.

Un día se despertó y vio el amanecer como lo soñaba. Una noche se despertó y vio la luna que lo llamaba. Se adentró en el bosque y solo, pensó, y solo, vio los arboles, y solo, sintió el olor a tierra húmeda, y solo, escuchó el viento entre las hojas, mientras la tarde se hacia gris, sin atardecer y con augurios de lluvia, con una tormenta a lo lejos, con rayos y luces de ira.

Se acercaba la tormenta de regreso al bosque a traer un poco de dolor, de furia y fuerza fatal. La tormenta en si, es y no es mala; con ella termina y comienza la vida. Pero la tormenta es tormenta, se siente en el bosque y el hombre la vive en la oscura noche. Solo, solo como antes. Cuanto pudiera suceder, el hombre vivía. Y la tormenta terminó. Y él seguía sin tener palabras. Pero en sus ojos vivió la tormenta, hasta el amanecer.

martes, 27 de agosto de 2013

Tormenta

Voy corriendo hacia una tormenta, los arboles son arrebatados de la tierra, y sus raíces dejan profundos vacíos. La arena se levanta y se convierte en lodo que se arremolina alrededor de ese gran centro cargado de furia. Los rayos iluminan cada rincón de manera intermitente, las cenizas del gran incendió se toman la atmosfera y se precipitan desde los bordes de la perdición. El arrepentimiento es golpeado y ultrajado, las astillas violentas del odio le atraviesan con veneno. Donde ayer la gloria de los días arropaba en su tranquilo letargo al buen tiempo, una perturbación declara la guerra y ataca con un macabro arsenal, propio de la misma naturaleza. Hecho de la misma materia de su adversario. Como si uno mismo se volviera contra si, se declarara la guerra y se atacara hasta la muerte. Me detengo por un momento y veo la calma del cielo, como si éste reuniera fuerzas para dejar caer su último elemento. Un estrepitoso trueno rompe la tranquilidad y el cielo se parte, liberando torrentes de agua que se cristalizan y cortan el viento, ejecutando una melodía que augura el final. Una melodía difícil de comprender y difícil de escuchar, una melodía que solo el silencio alivia.