viernes, 8 de julio de 2011

Mudo

En momentos como este se escribe mejor, ya cuando la euforia te ha abandonado y la miseria te obliga al pronunciamiento, como si fueran quejas esperando ser escuchadas por la persona adecuada. Pero realmente lo adecuado sería estar solo y lejos. En estos tiempos, cuando los cielos y sus estrellas brillan solo para algunos afortunados. Podría ser el más grande hipócrita en esta tierra, y a nadie quiero engañar con mis letras. Tanto poder en la tinta, tanta verdad en el puño, porque el corazón interviene en lo escrito.

No soy capaz de nada, mis palabras no van con mis acciones.

Pido justicia siendo tan injusto.

Comprensión, paciencia, entendimiento. Solo palabras.

Me queda el silencio, donde no pecare. Un observador del mundo, imparcial, inútil.

Rabia, miedo y tantas más, costumbres dañinas y venenosas. Indispensables para ser humano, tan hermoso y detestable, la desgracia y salvación del mundo.

Persiguiendo la perfección en la inconformidad perpetua, imposible ante los ojos humanos, ciegos.

sábado, 2 de julio de 2011

Historia en un bote

Una noche una historia zarpó, izó las velas, navegó.
Con las estrellas, nubes y tormentas.
Viento en popa, y luna en proa. La historia recorrió los océanos.

Peces rodeaban el bote y una apacible ballena se acercó, acompaño y cuidó.

De vez en cuando las estrellas pasaban y fugaces danzaban.

Los maderos y tela, húmedos sonaban, el viento y las olas, en una sinfónica, con pájaros que cantan, “a la deriva la historia, en el mar de los mundos, pasajera y alegre, contenta de ser historia”.

Conoce miles de medusas, peces que vuelan, ballenas gigantes, pulpos y corales.

Colores y sabores, de la brisa mil amores. Sal y dulce, gris, negro, azul, rojo, amarillo y naranja; el cielo, el atardecer y el amanecer.

Sirenas encantadas, llamaban a la historia tardes y noches, con sus dulces voces.

Tifones y huracanes, colectando historia, y el mar.

La historia navegó toda su vida, en el infinito, que se encuentra con la tierra y refresca un poco.

Un día el arcoiris salió, y la historia una más contó. Estrellas nuevas todas las noches, viejas y moribundas pero brillantes y hermosas.

La historia llego al norte, frío y lejano, para ver la aurora, su ultima, la historia. Se desvaneció en la niebla de la madrugada. Nunca le volvieron a ver, pero sí que fue una gran historia. Ella sigue siendo, historia, mi historia.



En los caminitos de ilusiones, recorre la esperanza, los días y las horas esperando tu llegada