domingo, 19 de junio de 2011

No sé

Todas las noches creeré que existe, cada que termine una película, cada que comienza mi vida, de nuevo contra el suelo, o contra lo que sea, cada que recuerde, lo que no quiero olvidar.
Tallando de a poco, para los más grandes, los que más valen, lo único que me queda. Los que no conozco, y de los que dependo.
Queriendo vivir en esas épocas en que no nací. Hoy no sé qué será de mí. Con música de tocadiscos y luces amarillas con nubes de vida. No lo sé.
La vida de un hombre, la vida que para mí quiero hacer. Con textos y letras cortadas, retazos de recuerdos.
Todo cambia y no sé cómo cambiare, en esencia solo seré lo que se de mí. A veces escribiendo, luego de una película. Yo aún no sé porque escribo, no sé porque publico. Pero lo sigo haciendo.
Saltando de tecla en tecla, de cuando en cuando me topo con una idea. Con nombres y algunas canciones. Recuerdo y recordare, esta vida que tengo y la que llevare, por supuesto no olvido la que pasó, para lo que seré.

lunes, 13 de junio de 2011

Solo letras

A veces me pregunto cómo puede tanta grandeza surgir de seres tan pequeños, tan insignificantes, y digo grandeza, porque aunque no la logro ni un poco avistar, creo en lo sublime de su momento, pero me debato su existencia. Hoy viendo, y siempre que veo, pienso, escribo o hago música; lo que mañana veré, lo que no se si sabré, por lo menos hoy sé que no lo sé. Hoy, ya basta de agradecimientos y disculpas, ya basta de esta vida; digo hoy, porque precisamente en este momento me cuestiono, en este momento llevo todo a las inolvidables letras, inmortalizo, por tan prolongado tiempo como puedo, en estas mis profundas memorias, a las que casi ya nunca regreso. No la quiero más, no la quiero así, tengo preguntas, preguntas para mí, necesito encontrarme, a ti cobarde necesito encontrarte, para mirarte a la cara y decirte que no te escondas más; pero veo al espejo y todo está vacío, ahí no está Tomás, ese de nombre propio al que necesito encontrar, te necesito despertar. Ese quien probablemente es guía de estas letras, de las palabras.
Me degradaré, lo hare tanto como pueda, si es requerido arderé, y probaré si es posible renacer, de las cenizas con alas renovadas, haciendo alusión al ángel que no soy ni seré, volar, ir tan lejos y tan alto, ya sin miedo a caer. Maldigo, quiero y no olvido, el día que nací, el día que amé, el día que tanto, tantas cosas y personas aparecieron en el camino.
Necesito tiempo, necesito del mío, no cuantificado, para mirar las estrellas, encontrar formas en las nubes, crear sueños, creer historias, ser nadie, para poder ser un hombre de nuevo.
La melancolía de estos recuerdos me cala, manteniendo lo triste de ayer, ese casi imperceptible dolor en el pecho, pero siempre ahí. Culpándome de lo que no fui, por lo que no hice, por lo tonto que he sido.
Yo aprendí, algo he aprendido. Y algo no olvidaré. Algo que seré, soy y fui. Serás, fuiste y eres. La esencia de todo, que por tan profunda se encuentre, siempre está presente. Y de aquel que la niegue, solo reafirme su existencia, por lo menos en palabras, y para mí que las palabras ya son mucho al no ser tanto.