Desperate et finis.

De todos los tintes posibles se pinto y revienta hoy, proclama libertad, como loco corre hasta el altar; arrodillado cabizbajo, golpea el suelo e implora verdad; de un grito rompe el vitral, que astillado cae en una tormenta abismal. Comienza a nevar, y su llanto a congelar, vuelan las gaviotas olvidándole al pasar, todas se dirigen al mar. Penumbrosa la capilla, entristecida y malherida, susurra con el viento y le seca las mejillas. Tendido y sin aliento descansa un momento, sumiendo sus anhelos en un letargo eterno. Agobiado y maltratado, consumido en el silencio, cierra los ojos para jamás abrirlos de nuevo. Cose su boca y camina en dirección al destierro, renunciando a su vida y amor sincero.

Mortuus en quies quietis.

Re.tratando de amargura

Recorriendo calles a ciegas, dando pasos tentativos; y dice así – Oh! Tarde gris, tan fría que eres, como aplastas lo que quieres. Y surgirán tantas palabras como quiera, serán tristes, devastadoras, desalentadoras, desconsoladoras o como sea, da igual. Sin mí, sin ti y con nadie; y recuerdo mi trillada boreal, pero eso sí, solo. Porque tan acompañado quise estar, y tan acompañado lo estuve, pero siempre solo. Sí amanece todos los días, pero no me despierto, las cobijas me pesan, escuchando la misma canción, y nadie la cambia, giran las paredes, se ven los parasoles, y dan vueltas y más vueltas. Corriendo sin tus alas y volando sin tus pies, recordando las palabras, olvidando por doquier. Un sin sentido paradójico un día me dijo que mañana era hoy pero primero ayer seria más tarde, y salí huyendo. Entre a la cabina de teléfono, deje que repicara, y contestaron, pero no hable, esperaba supiera de mi silencio, compañera amargura, que al parecer colgó indignada. Corto rápidamente la tela de la vida, y separo los hilos, los lanzo al lodo, los pisoteo, y luego rio. Así, yo con amargura y amargura con migo, pero yo solo.

Remiendos sobre-abrumadores.

En lo alto gris y cubierto de niebla, con gotas de rocío, y olor a frío, café amargo y pipa en mano, sentado en la montaña, rodeado del atardecer, miro al águila pasar, dueña de las nubes, afrontando los temores. Soñé alas, pero nunca salieron, lloré con el alma, por la impotencia de mi nostalgia. Creé mil mundos, y en ninguno habité, los uní todos, y un caos creé, desalojé a los pensamientos, pero se rehusaron partir, y rebeldes se amotinaron en mi; solo quedó tal comparado a un cadáver, apestado de moscas y gusanos, casi degradado. Escuché los pájaros, y vi el amanecer, luego prometí, y olvidé cumplir, dejé que el tiempo fuera mi limitante, y de nuevo fallé. Le propuse a mi corazón una tregua y me asfixió, fui testigo de la masacre más cruel, pero me levanté, magullado y desmembrado, un paso caminé, noté que ya no tenía pies, estaba postrado, y con el cielo a mi espalda, una semilla fue todo lo que pude ver, esperanzado, la cuidé, y con mis ideas la fecundé, pero la muy desgraciada creció y me ahogué. Pasó el tiempo y quedaron cenizas, y un fuego ardió, parecía que el mundo me odiaba, ni ellas en paz descansaban. Y así se fundió, y luego apagó, fuerte llovió. Subí a la aurora boreal y me dormí, hacía helado allí, me encontraba abrigado, tenía el negro cielo tan inmenso realmente cobijándome, y brindándome de sus estrellas, llegaron las constelaciones y me deslumbraron, subieron nebulosas y me arrullaron. Y así voló el águila, a mi lado, rocé sus alas y creí que caía, nadie para ella es compañía; dejó un sendero de belleza, que el viento borro y después perecí. No siendo más dejé todo así, quedé suspendido, en un tremendo vacío, flotando lentamente, sin aire, luz, agua o regazo; solo la nada cuidaba de lo que no existía, y consumía todo lo que nombre no tenia.

Rojo muerto luego blanco. ¿O negro?

Recorre el piso y no dispone detenerse, gota a gota cubre todo lo que a su paso encuentra; ha manchado las cortinas y al orgullo. Repica el teléfono, cae la bocina y una turbia voz reclama al agonizante silencio. Más cálido el entablado y mas frio el cuerpo, ruidosa la confusión de el silencioso siniestro. Con la minora entre los dedos, casi en el suelo, intentando aferrar la vida, soltando el desconsuelo. Lanza al aire un suspiro ahogado, y derrama una gota de agua salada; se hace profunda la noche, y de fondo un leve tono para el teléfono. Suena un despertador, y marca las 5:00 a.m., pero solo una mosca se levanta; da un par de vueltas en círculo y de nuevo se posa en una helada nariz. Horas más tarde el zumbido se ve interrumpido por unos golpecitos en la puerta, que al no recibir respuesta deciden marcharse. De nuevo cae la noche, y esta vez asoma la luna, que triste contempla el reflejo de una sombra, que pobremente se aferra.
Entre una de las páginas diarias del vieres 8 de octubre de 2010 así: “Encuentran cuerpo sin vida, debido a los malos olores que el lugar despedía, se reportaron heridas en sus muñecas y una carta que así decía – Querido mundo que aquí terminas, o por lo menos para mí, ten la amabilidad de ser bueno con el destino y permitir que mi cuerpo se pudra aquí. No siendo más, solo digo, cuídate mucho, nos vemos por allá. – Tan terribles hechos serán investigados, para después ser bien informados”.
-Sábado 9 de octubre; yace el cuerpo en la morgue con su deseo violado, pálido e hinchado.
-Domingo 10 de octubre; reconocen sus huellas dactilares, unas cuantas llamadas, y charcos de gotas saladas. Una mujer que a gritos reclama, y pide salvación para el cuerpo de quien un día en su vientre engendraba.
-Lunes sin fecha; a nadie interesa.

Azul

Oscura era la noche, la habitación tan fría como un cadáver y el aliento visible. Abandonaste mi sueño, saliste corriendo y lo desgarraste. Pusiste un poquito de sal bajo mi almohada, para nuca más saborear; pretendiste a mis sabanas como fuertes escudos, olvidaste mi nombre. Ni la estrella que brilló solo para ti cada noche asoma hoy. Arena dejaste, comprimida en una botella, suprimiendo la carta que nunca leí; con tu fuego quemaste las cenizas que pretendí proteger, y después me soplaste. Perdí la vista, perdí la luna, pero no perdí la razón, y por eso duele estar aquí. Yo creía que era una estación y que las hojas brotarían de nuevo, para como el fénix revivir. Pero eres realmente tan buena en todo lo que haces, que tal inmortal este epitafio llevara.” El polvo se lo llevo el viento”.

Del mañana sin hoy

Ríos rojos y montañas grises; se siente el frio por doquier, solo se escuchan cuervos y gallinazos, y las nubes no cesan de llover, se levanta la densa niebla, y las desnudas ramas de los pinos se quiebran sin querer.
Desechos los caminos, de tan poco caminar, podridos los edificios, por tan vanamente, alto querer estar.
De las ratas no solo alcantarillas, de las ratas los campos áridos, de los gusanos no las basuras, de los gusanos, las casas sin pudor, las casas sin calor, las casas sin vos; hombre que todo los quiso, hombre que todo lo destruyo; para que tus maquinas, si hoy las nieve las destituyo.

Recuerdo

Sonrisa matutina, que recuerda el cariño interminable, caricia suave, que recuerda la dulzura, lágrimas interminables, que no dejaron sonreír, lágrimas, que recordaron tus caricias. Y hoy no me sirve el recuerdo, hoy me mata el olvido, tan duro se volvió el invierno, tan solitarias las calles, tan triste el firmamento. Y caminas sola, sin rumbo fijo, y te alejaste, tan lejos como pudiste, como los sueños que algún día tuve, los arrastraste todos contigo. Hoy ya no me queda si no el recuerdo, el duro y frio recuerdo.

Ahogado

Me las trague todas, y deje que empaparan mi interior, me consumieron, pero no se desbordaron, recordé tanto, todo lo que había olvidado, le di de nuevo un vistazo a mis sueños, estaban todos tirados, habían perdido el rumbo y el sentido, se veían desorbitados, desolados en un naufragio, dentro de mi mar de lagrimas, todas las que me había tragado; me olvide del mundo, me olvide del amor, me olvide de la vida.

No mires

Baja la mirada, no veas mi cara, no creo poder ver la tuya, no veas mis ojos, no lo soportarían, no preguntes porque, no preguntes, solo, solamente tú, te quiero, te necesito, y no te tengo, estas tan lejos, con tus problemas, y tus felicidades, en tu mundo en tus realidades; congelado mi cuerpo, débilmente mi corazón latiendo, cierro los ojos, y dejo que el mundo descanse de mi, te dejo a ti tranquila, te dejo, esperando que seas feliz.

Lo bueno y lo malo

Quien, quien podría ser yo para decir que esta bueno y que esta malo, si para mí lo bueno no es tan bueno, y lo malo ni tan malo, dejo al viento mis anhelos para que el mundo recorran, y que a mi lleguen cargados de esperanza, que lleguen cargados de sincera verdad; y como no escribir, como no escribir esto, si todos los días me atormento, si quiero ser bueno, pero, si al fin lo bueno no es tan bueno, y lo malo ni tan malo, quiero saber el porqué, pero para qué?; quiero que me prometas que iras a mi tumba, y que me lloraras, que me recordaras, pero para que, si vivirás del recuerdo, y morirás del deseo, pero quien dijo que eso era malo, si al final lo bueno no es tan bueno, y lo malo ni tan malo, un día dijeron justicia, y la justicia se hizo injusta para el que de verdad quería vivir, pero no importa, para que importa, si la vida ya no es vida, y la muerte reprimida, porque le tenemos miedo a vivir, y pavor a morir, pero no importa, si al final lo bueno no es tan bueno, y lo malo ni tan malo; siempre mas, queremos más, pero no sabemos disfrutar del pasar, siempre queriendo tiempo, cuando los minutos perdemos, pero quien dijo que los minutos se perdían, si todo esto hace parte de la vida, además, quien dijo que estaba mal?, si ya las cosas no son, y el no ser ya perdió el sentido que jamás debió tener, por que quien dijo que las cosas tenían que tener sentido, ya perdí yo el sentido, ya perdí yo la razón, sabe alguien si algún día tuve razón?, quien dijo que quien me respondiera tendría razón?, sabemos, que nada sabemos, porque, al final, nada somos, solo queda lo que fuimos, y si lo que fuimos es una mentira?, y si es mentira que somos?, al final nadie dará una respuesta, por que nadie sabrá formular bien la pregunta. Pero, si lo bueno no es tan bueno, y lo malo ni tan malo. Al fin ya nada importa, y lo que importa ya no es nada.

Vida

Un pedacito, un pedacito nada mas, uno de tu corazón, de tu enorme corazón; solo un beso, un eterno beso, para una eterna primavera, primavera de los recuerdos infinitos en la mente del que nunca olvida, el alma que vuela libre, libre como las aves, aves de paso en invierno, rodeando las altas montañas nevadas; soleadas nubes, que sin falta todos los días asoman, acariciando al cielo, rebosantes de libertad, guiadas por el viento; manantiales de agua que brotan de lo profundo en lo más alto, eterno circulo de vida, emanando fertilidad y esperanza.

Navegar

Navegar y navegar, en un mar sin final.
Navegar lejos, tan lejos como el pensar.
Navegar y navegar, con las estrellas navegar.
Navegar muy lejos, muy lejos navegar.

Anhelos

Te esperare bajo la lluvia, bajo la acogedora luz de la luna, o incluso si no hay luna, te esperare.
No te olvidare, de mi mente no te borrare, estarás siempre presente, jamás desistiré.
Duele el dolor, y por ser un dolor tan hermoso lo conservo, lo llevo conmigo en el corazón.
Cada mirada, que si por error se cruzó, fue entonces el error más valioso de mi vida.
Aquel día, que por mi mejilla una lágrima resbalo, lo recordare por siempre, porque supe lo que sentía por vos.
Solo algunas palabras, palabras encontradas, quizá un te amo, quizá un mañana, quizá un abrazo tierno.
Suspiro, suspiro con el alma, suspiro con el corazón, te suspiro.
Y entonces un día de repente te sueño y quiero jamás despertar, quiero quedarme contigo, sentados en la ventana mirando al horizonte, tomados de la mano, hablando de la vida y de los pájaros que pasan, deseando juntos, soñando juntos.
Quiero soñar, soñar todos los días, cada uno en un lugar mágico, quisiera vernos en el mar, sentados en un muelle, solo escuchando la puesta del sol; quisiera vernos en alguna montaña, con alguna casucha, saboreando la lluvia, corriendo y dando vueltas; quisiera, quisiera, si tan solo pudiera.

Amor

Nos negamos a olvidar nuestros recuerdos, y cavamos mas profundo en nuestras heridas, y dejamos cicatrices memorables; rondamos mil veces una idea y nos hacemos miserables, nos odiamos, nos torturamos, y aun así no aprendemos, con todas nuestras fuerzas amamos, y con todas nuestras fuerzas nos arrancamos el corazón, y lo entregamos.
"Sentimos el dolor más intenso y el amor mas inmenso, y somos infinitos tan solo un momento".

Volar

Volemos, recorramos los cielos llenos de ilusiones, seamos libres, seamos felices, descansemos sobre las nubes, caminemos hacia la luna, iluminados por las estrellas, no tengamos destino, seamos almas errantes, inoculadas por la adrenalina de la vida, dejemos que los remolinos de los deseos puros forjen nuestras vidas, seamos como los pájaros, siempre volando libres, dejándonos llevar por el viento, pero aun con nuestras alas firmes para hacer frente a todas las turbulencias del camino, dejemos que el éxtasis de un beso recorra todo nuestro cuerpo, y que cada respiración nos llene vida cada minuto.

La Ultima Noche

Dame esta noche para decirlo una última vez, déjame sentir tu suave aliento una última noche, permite a mis labios recorrer tu mundo repleto de sueños. Dame esta noche, volemos juntos, enamorémonos del amor por última vez, seamos un par de libélulas recorriendo los ríos de ilusiones. Dejemos que la luna nos cobije y las estrellas iluminen nuestros sueños. Solo descansa, descansa por última vez sobre mi pecho. Esta noche, la última noche, tú, hermosa mujer, tan frágil y llena de fuerza, no permitas que la melancolía de lo incierto apague tu luz. Hoy no nos importa nada, porque nos sumimos en el infinito, y volamos tan lejos como podemos. Cada palabra quedara impregnada de mis deseos y mis deseos quedaran grabados en estas palabras… “quiero que seas feliz, tan feliz que sea imposible ser más feliz, que estés tan viva que sea imposible morir, que seas libre…”. Pero sobre todas las cosas, jamás olvides, no olvides que te amé, no olvides que te amo y no olvides que siempre te amare.