sábado, 25 de diciembre de 2010

Desperate et finis.













De todos los tintes posibles se pinto y revienta hoy, proclama libertad, como loco corre hasta el altar; arrodillado cabizbajo, golpea el suelo e implora verdad; de un grito rompe el vitral, que astillado cae en una tormenta abismal. Comienza a nevar, y su llanto a congelar, vuelan las gaviotas olvidándole al pasar, todas se dirigen al mar. Penumbrosa la capilla, entristecida y malherida, susurra con el viento y le seca las mejillas. Tendido y sin aliento descansa un momento, sumiendo sus anhelos en un letargo eterno. Agobiado y maltratado, consumido en el silencio, cierra los ojos para jamás abrirlos de nuevo. Cose su boca y camina en dirección al destierro, renunciando a su vida y amor sincero.

Mortuus en quies quietis.