jueves, 27 de octubre de 2011

Reflexiones

Humanidad que con tus manos, te manchas en sangre y enloqueces.




Todos los días camino, acostumbro llevar la mirada al frente, ando solo con mis pensamientos, paso a paso, acostumbrado hacia adelante en cualquier dirección.

En cualquier aspecto, simplemente indescriptible, cada gota de pensamiento, puramente sensible. Se agotan los sentidos, que nos permiten la bella percepción, de cada aspecto amorfo en su forma, diferente y común. La vida hecha de contradicciones. Quedamos ciegos y oscuros, y buscamos luces en el camino. Ya no hay aroma de flores y exquisitos perfumes, y los imaginamos, perseguimos olores que no percibimos, cuando esperamos que sean como queremos; pero también estamos sordos, y su dulce voz que nos ha llamado, y juramos escuchar, tarareando recuerdos, ya no está, nos dimos cuenta al querer tocar, perdimos la suavidad, y con ella desesperados, en un último intento, la tratamos de saborear, para la sorpresa de muertos estar.


Consumidos en la insensibilidad, me ataco y pido con ojos opacos, el momento de mi vida, el amor de mi eternidad. El día para que mis pasos, tengan un valor real.

1 comentario:

  1. De acuerdo contigo, a veces darle vuelta a tantos pensamientos en mi cabeza me hacen dejar de percibir la belleza del mundo, la belleza que percibe un niño que apenas está descubriendo, la belleza que se vuelve cotidiana y rutinaria, pues inconscientemente nos sumimos en un letargo colectivo por las exigencias de la cultura. Al menos me extravían de ella los pensamientos y no el entretenimiento vacío o el consumismo irracional implantado.

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