jueves, 18 de noviembre de 2010

Re.tratando de amargura

Recorriendo calles a ciegas, dando pasos tentativos; y dice así – Oh! Tarde gris, tan fría que eres, como aplastas lo que quieres. Y surgirán tantas palabras como quiera, serán tristes, devastadoras, desalentadoras, desconsoladoras o como sea, da igual. Sin mí, sin ti y con nadie; y recuerdo mi trillada boreal, pero eso sí, solo. Porque tan acompañado quise estar, y tan acompañado lo estuve, pero siempre solo. Sí amanece todos los días, pero no me despierto, las cobijas me pesan, escuchando la misma canción, y nadie la cambia, giran las paredes, se ven los parasoles, y dan vueltas y más vueltas. Corriendo sin tus alas y volando sin tus pies, recordando las palabras, olvidando por doquier. Un sin sentido paradójico un día me dijo que mañana era hoy pero primero ayer seria más tarde, y salí huyendo. Entre a la cabina de teléfono, deje que repicara, y contestaron, pero no hable, esperaba supiera de mi silencio, compañera amargura, que al parecer colgó indignada. Corto rápidamente la tela de la vida, y separo los hilos, los lanzo al lodo, los pisoteo, y luego rio. Así, yo con amargura y amargura con migo, pero yo solo.

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